Los de mi generacion deben recordar con infinita nostalgia ese espacio de tiempo entre las una y las cinco de la manana que en espanol llamamos madrugada; siempre me llamo la atencion este termino y en especial el modo en que en nuestros paises de America Latina se utliza para eufemizar cosas que van desde el sexo hasta el golpe de estado; asi las cosas podemos ver en la letra de la bella cancion "Juana Mayo" de Ruben Blades, como el denomima a esta prostituta como "ave de la madrugada", pues se asocia ese momento del dia con el idoneo para la actividad sexual.
La gran mayoria de los golpes de estado se han dado en la madrugada; el 10 de marzo de 1952 asi como la salida precipitada de Batista el 1 de enero de 1959; ambos hechos violentos e inconstitucionales mas alla de la mayor popularidad de uno respecto al otro (al principio).
Para los de mi generacion, que vivimos la nostaglia en otros terminos; de hecho nosotros no podemos evocar la isla o La Habana con la riqueza de colores de Cabrera Infante; no vivimos esa Habana ni esa Cuba; no cenamos en la Estrella Oriental o en la Segunda Estrella Oriental, no fuimos al Sloppy Joe, no disfrutamos de los innumerables bares de la Avenida del Puerto; en sintesis: no tuvimos la posibilidad de escoger; de escoger si morirnos de hambre o progresar; si "chiripear" y tener solo para el "amanezco" o crear una riqueza y un futuro. Claro que aquellas madrugadas y aquella nostalgia de nuestros mayores esconde tintes menos brillantes y situaciones mas sordidas; que nostalgia no lo hace?; pero nada comparado con lo que se convirtio en objeto de nostalgia para nuestra generacion.
Para la nuestra lo que quedo fue el gofio de la escuela al campo; ir a Coppelia a tomar helado, luego de una cola descomunal; ir a los "quince" de las chicas de nuestra clase, en mi caso con el mismo pantalon que iba a la escuela por las mananas y una camisa prestada y quedo en especial la madrugada; esa palabra que no se decir ni en frances, ni en italiano, ni en ingles, ni aleman, esa evocacion de niebla y penumbra que nos deja un sabor agridulce en los labios y unas imagenes torpemente dibujadas en la mente.
Para mi generacion la madrugada era el momento en que nos sentabamos tratando de alargar el tiempo con nuestra "jevita" que reclamaba su derecho a marcharse para que su madre no la castigara; en nuestros tiempos aun las madres "vigilaban" a sus hijas, no las regabalan a obesos espanoles e italianos por cinco CUC, ni por un par de zapatos o una bocanada de humo americano y unas latitas con veneno autorizado de color ambar.
En nuestras madrugadas la "pura" de la jevita era tremenda "imperfecta" y habia que hilar fino; pero era lo que nos quedaba; la madrugada para salir, para sentarse en un parque, para ir a un "club" a pagar el consumo minimo y "agarrar", "apretar", "matearse" con la novia en la oscuridad de los "reservados"; la madrugada del viernes era para Midnight Special cuando lograbamos captar las ondas de TV de Estados Unidos y ver a Guess Who, o algun grupo famoso.
Mas adelante la madrugada era para "colarse" en el Riviera por $21.00 y pasar el fin de semana con la novia
O simplemente la madrugada era para hablar con los amigos y discutir de politica en voz baja, a tono muy quedo, porque aun los temas mas inocuos eran tabu.
Con el paso de los anos hemos perdido la madrugada; los anos hacen que al despertarnos luego de una larga noche la cabeza se nos quiera salir del cuerpo y retumbe como la bateria de Ringo Star. No tenemos que compartir nada, ni pagar consumo minimo y los pantalones sobran, pero casi nunca tenemos madrugada.
Por anos me pregunte quien nos devolveria la madrugada; pero ahora ya no me cabe duda. No regresara jamas; la madrugada se fue junto con nuestra juventud y nuestros suenos (realizados o no).
Nos queda solo el consuelo de hacer que haya valido la pena sacrificar nuestra madrugada
lunes, 14 de marzo de 2011
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