Un problema cardinal
Su Santidad va a Cuba y Alitalia tocara de nuevo pavimento en La Habana; soy de los que más allá de emociones encontró lógica en las tres visitas papales anteriores aunque siempre consideré que el régimen obtenía mucho más de lo que daba a cambio. Si Francisco contrajo ese virus que ataca a muchos de los que visitan la isla debe tener en cuenta que se arriesga a poner en peligro los intereses de la institución que representa pues colocarse demasiado cerca de los verdugos no haría más que reforzar esa nefasta imagen de complicidad que el Vaticano ha tercamente arrastrado por siglos. Una cosa es ganar un espacio en la realidad cubana y otra muy distinta es ocupar el lado equivocado; con esta peligrosa proximidad a los "malos de la película" la Iglesia corre el peligro de "contaminarse"; que no se llamen a engaño los prelados que juegan con nosotros como soldaditos de plomo mientras degustan vinos de antanas cosechas; mi pueblo se las trae y tanto les hace un entierro como un homenaje; del mismo extraño modo en que los templos se empezaron a llenar se pueden comenzar a vaciar si "Albertico" se siente abandonado.