Hace semanas que me ronda la idea de abordar este tema, pero me he contenido varias veces a causa del infinito respeto y la sincera admiración que nutro hacia mis hermanos hebreos donde sea que se encuentren; soy además ferviente simpatizante del legendario Sharon, del actual primer ministro BB Netanyahu y del indomito y laborioso pueblo israelita. Lo expresado anteriormente en nada contradice mi molestia y contrariedad por el resultado del caso Alan Gross.
Este señor no debió haber pasado siquiera una noche en la cárcel, su detención y juicio ilegal son una prueba más de la arbitrariedad del régimen que oprime al pueblo cubano, pero nadie podrá jamás convencerme de que no sabía a lo que se arriesgaba cuando acepto llevar un poco de tecnología hacia el interior de la finca privada de los Castro; es importante recordar que los contratistas en nuestro país a veces llegan a participar en la protección de instalaciones militares en el extranjero y no es inusual que realicen labores en extremo peligrosas, me parece inverosímil que en el país de las demandas Gross haya salido hacia Cuba sin haber firmado algún documento en el que se hacía responsable de sus actos o, al menos, se reconocía informado de la situación que estaba por enfrentar. Así las cosas fue apresado, juzgado de modo sumario y condenado a una pena que todos sabíamos que no cumpliría totalmente.
El canje de este contratista por espías convictos al servicio de la dictadura castrista deja claro algunos puntos:
1- Técnicamente Cuba está en la lista de gobiernos que fomentan el terrorismo, por lo tanto esta administración violo uno de los pilares de la política americana que asegura que no negociamos con terroristas.
2- Más allá de lo que se diga resulta contrastante que 300 rabinos hayan escrito al presidente pidiendo la liberación de Gross pero permanezcan mudos ante la política abiertamente anti israelita de Obama.
3- Aceptando el canje no sólo se pasa sobre la memoria de los jóvenes pulverizados por MIGs cubanos aquel 24 de febrero sino que se da a entender que aunque todos seamos ciudadanos americanos la vida de algunos vale más que la de otros.
4- Al negociar el restablecimiento de relaciones con los Castro se manda el negativo mensaje de que si un dictador logra permanecer suficientes años en el poder tarde o temprano cederemos.
La célere entrega de tres millones de dólares al contratista más desinformado del mundo, la foto del pestilente asesino Guevara en el estudio de su abogado y la macabra sonrisa desdentada del recién liberado dan a este circo una nota de mal augurio. En momentos en que personas inocentes enfrentan muertes en extremo siniestras a manos de ISIS el lloriqueo de Alan Gross, su teatro de intento suicida y su carrera por salvarse a cualquier costo no concuerdan para nada con el proverbial heroísmo y la total entrega del aguerrido pueblo de David.
Este señor no debió haber pasado siquiera una noche en la cárcel, su detención y juicio ilegal son una prueba más de la arbitrariedad del régimen que oprime al pueblo cubano, pero nadie podrá jamás convencerme de que no sabía a lo que se arriesgaba cuando acepto llevar un poco de tecnología hacia el interior de la finca privada de los Castro; es importante recordar que los contratistas en nuestro país a veces llegan a participar en la protección de instalaciones militares en el extranjero y no es inusual que realicen labores en extremo peligrosas, me parece inverosímil que en el país de las demandas Gross haya salido hacia Cuba sin haber firmado algún documento en el que se hacía responsable de sus actos o, al menos, se reconocía informado de la situación que estaba por enfrentar. Así las cosas fue apresado, juzgado de modo sumario y condenado a una pena que todos sabíamos que no cumpliría totalmente.
El canje de este contratista por espías convictos al servicio de la dictadura castrista deja claro algunos puntos:
1- Técnicamente Cuba está en la lista de gobiernos que fomentan el terrorismo, por lo tanto esta administración violo uno de los pilares de la política americana que asegura que no negociamos con terroristas.
2- Más allá de lo que se diga resulta contrastante que 300 rabinos hayan escrito al presidente pidiendo la liberación de Gross pero permanezcan mudos ante la política abiertamente anti israelita de Obama.
3- Aceptando el canje no sólo se pasa sobre la memoria de los jóvenes pulverizados por MIGs cubanos aquel 24 de febrero sino que se da a entender que aunque todos seamos ciudadanos americanos la vida de algunos vale más que la de otros.
4- Al negociar el restablecimiento de relaciones con los Castro se manda el negativo mensaje de que si un dictador logra permanecer suficientes años en el poder tarde o temprano cederemos.
La célere entrega de tres millones de dólares al contratista más desinformado del mundo, la foto del pestilente asesino Guevara en el estudio de su abogado y la macabra sonrisa desdentada del recién liberado dan a este circo una nota de mal augurio. En momentos en que personas inocentes enfrentan muertes en extremo siniestras a manos de ISIS el lloriqueo de Alan Gross, su teatro de intento suicida y su carrera por salvarse a cualquier costo no concuerdan para nada con el proverbial heroísmo y la total entrega del aguerrido pueblo de David.
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