Una polémica más en el exilio del sur de la Florida. El alcalde de la cuidad de Miami, Tomas Regalado, había entregado la llave de la cuidad a Gente de Zona, uno de estas numerosas agrupaciones que en lugar de ejecutar instrumentos musicales ejecutan nuestro sentido del arte colocándolo contra el paredón del mal gusto, de lo repetitivo y lo fácil. No me gustan ellos como no me gusta ningún reggetonero ni la superficialidad con que se enfrenta el arte hoy en día. Evidentemente estoy envejeciendo. Pero mis preferencias son irrelevantes porque no me propongo hacer una crítica al trabajo de ningún artista sino poner de relieve el modo infantil en que nosotros mismos nos complicamos la vida.
Es justo decir que eso de la entrega de llaves de las ciudades es una piñata que se usa para pagar viejos favores, apoyos y fidelidades; la llave en muchos casos se entrega a Juan para quedar bien con Pedro porque este último colaboró durante la campaña electoral y este metodo clientelista no fue inventado por Regalado; más aún, se maneja más o menos en el mismo modo en muchas ciudades de este mundo. Pero cuando se trata de la comunidad Cubano Americana se necesita ser en extremo cuidadoso. Yo personalmente jamás hubiera entregado la llave de la capital del exilio a NINGÚN personaje, cubano o no, que viviese en la isla, perdónenme pero considero que sea la política más sabia y prudente.
Pero bueno; allá fueron las llaves o la llave, no sé si le entregaron una a cada uno o si se trató de una única pieza; lo importante es que la ceremonia se efectuó sin más ni más y al poco tiempo explotó la inevitable bomba: el cangrejo; nieto del dictador heredero y controversial jefe de su escolta, se apareció con la travesura de subirse al escenario en una actuación del premiado conjunto y estos, como es lógico, lo dejaron hacer. Las protestas de este lado no se hicieron esperar y allá fue el alcalde a declarar que "a esa gente había que quitarle la llave..." es curioso que ahora ya no sean un pilar de la música contemporánea o ninguna de las sandeces que se dicen cuando un político desea justificar la entrega de llaves. No, ahora estos son "esa gente"; quiere decir que la llave de Miami se la entregan a cualquiera, o mejor dicho: a cualquier "gente". No nos parece imprudente, superficial y precipitado premiar a "gente" que no conocemos aunque sean de "zona"? o es que no nos preocupó el hecho de que vivieran en aquella "zona" árida y oscura donde contrariar a Su Merced puede significar la desaparición física?
Un cubano que vive entre dos aguas está obligado a "nadar y guardar la ropa"; el error está en haber premiado a compatriotas ambiguos e indefinidos y habría que preguntarse quién propuso la payasada y como fue que alguien con la experiencia de Regalado se dejó envolver tan fácil en una madeja sospechosa y complicada. De nuevo se nos prueba que las dudas, las medias tintas y los gestos huecos conducen solo a más confusión y caos. Debe servir esto de experiencia a nuestros políticos para que no regalen llaves como si fuesen Jolly Ranchers y a todos los cubano americanos nos debe hacer patente que siempre es necesario saber con qué "gente" tratamos y delimitar la "zona" en que deseamos movernos.
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