jueves, 25 de agosto de 2011

PATTERSON SOBRE PABLITO

Enrique Patterson es una de las personas que mas respeto por su espesor intelectual, poder de analisis y apego a la tolerancia. Su escrito en el Herald sobre las razones por la que asistira al conciento de Pablo Milanes, aunque ninguno de nosotros debe dar explicaciones, me parece en extremo justo, atinado y, en particular, pragmatico; don que desafortunadamente nos ha faltado siempre a los cubanos, pues en nuestra proverbial costumbre de quedarnos cortos o pasarnos, cuando no somos demasiado apasionados y ciegos, caemos en un posturas muy cercanas al oportunismo. Parece, en resumen, Patterson proclamar algo que siempre repito ultimamente: el momento es de aglutinar y no de dividir y todo aquel que muestre signos positivos debe ser asimilado hacia nuestro bando en lugar de rechazado por falta de "pureza".

Todos, menos uno, los puntos de su comentario concuerdan con mi manera de ver el tema. Lo unico que no comparto con Patterson es su afirmacion; a mi juicio hiperpolizada pero propensa a crear malos entendidos, de que las criticas de Pablo o cualquiera del lado de alla son mas afectivas que la postura del exilio historico del lado de aca, o algo parecido. Reitero que a mi juicio Patterson llevo la afirmacion al paroxismo a modo de transmitirnos un concepto que es en extremo valido; pero, el mismo, concentrandose especificamente en la parte pragmatica y filosofica, pasa por alto que si el y muchos de nosotros estamos aqui y si algo se ha logrado en Cuba en terminos de apertura, ha sido, en primer lugar, por la labor de propaganda que muchos componentes del exilio historico, ayudados por congresistas y senadores de origen cubano, han desarrollado en todos estos anos. Si no hubiera sido por la postura recalcitrante de algunos ante el Concierto por la Paz en La Habana, Juanes y sus "companeros de viaje" se hubieran dejado "mangonear" por el regimen; precisamente la necesidad de regresar a Miami con un concierto "neutro" y sin dadivas al regimen hizo que se creara la friccion entre los funcionarios cubanos y los participantes y, siguiendo el impecable razonamiento del propio Patterson, ya ahi ganamos unos puntos.

Dicho esto me alegro sinceramente de que Patterson asista al concierto y espero que lo disfrute al maximo. Espero que las protestas, cuya legitimidad avala no solo el sufrimiento de unos cubanos a manos de un regimen, sino las mas elementales reglas de la democracia, se mantengan dentro del marco del respeto, el civismo y pongan en primer lugar la dignidad humana sin caer en tristes pariodias de los actos de repudio que el senor de nombre impronunciable que languidece sentado en su dorado WC protagonizo y orquesto durante toda su vida y sin perder de vista que los verdaderos objetos de la protesta deben ser el regimen de La Habana y sus acolitos de este lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario