domingo, 8 de marzo de 2020

ALL EGGS IN ONE BASKET

Resultado de imagen para foto de mao

Diversification has always been the wisest choice; placing all assets of an individual, a family, a nation or several nations in a single spot must never be the recipe. It would appear that the west, and particularly the United States, suffers from an exotic illness thanks to which they are capable of conceiving brilliant ideas only to follow them up with flawed and dangerous projects.

Richard Nixon’s acumen (one day we will learn whether his downfall was fair or merely the nth plot perpetrated by the subjects up in the Penthouse); showed us its finest moment when he managed to yank China off the Soviet sphere of influence; the clash had actually taken place a decade earlier, but it had only left China as lost ship drifting astray; aimlessly, in murky waters. This was perhaps Nixon-Kissinger’s greatest success; however, the United States by failing to supervise such a complex process, created its own nemesis.

Not only were we helplessly inept when we allowed the communist mandarins to rig and manipulate the rules of international trade; but we added damage to incompetence when we took such harmful practices as inevitable. We came to believe that Beijin’s rape of our economy and the violation of our corporations’s independence was the price to pay for our victory of the past. So abhorrent was our complicity that broad sectors of our political class were outraged and appalled by Donald Trump’s pledge to change the dynamics of our relations with the Asian giant. The signing of the first phase in the US-China new trade agreement proves that it was not only possible but imperative to do it. And as if our five decade lethargy were not hurtful enough we are now faced with the dark prospects of a corona virus pandemic and the upset of the western system of production since China is the maker or outsourcee of a large portion of the articles we consume.

It is about time we start thinking of free zones in Costa Rica, the Dominican Republic and other nations closer to our borders and to our interests; it is not that we cut China off or impoverish it. All we need to do is to diversify our dependency and avoid that, in case of a strategic disagreement a Junta of communist fat cats strangles our economy. To that purpose, our recent rapprochement with India is a brilliant geopolitical move; it somewhat downgrades China’s impact on our economy and brings forth a new basket to put our eggs; but if we repeat past mistakes and do not put a ceiling to our vulnerability exposure we will simply go from Chinese to Indian domination in 20 years.

The diversification of our vulnerability exposure must be part of our national security agenda as we must have an accurate estimate of where we make our products, how much we produce and who we lean on to enhance our production; free markets and free competition does not in the least imply chaos. Diminishing our dependency on some countries in order to evenly distribute it among many other players must be a priority.



TODOS LOS HUEVOS EN UNA CANASTA.

Ha sido siempre sabio diversificar y evitar colocar todos los bienes de una persona, una familia, un gobierno o varias naciones en el mismo lugar. Pareciera que occidente: y en particular Estados Unidos, adoleciera de una rara enfermedad a causa de la cual es capaz de concebir ideas geniales que luego van seguidas de proyectos mediocres y hasta peligrosos.

El olfato de Richard Nixon (y algún día se sabrá si su caída fue merecida o producto de una trampa más de los señores del Penthouse) mostró su mayor finura al arrancar a China definitivamente de la esfera de influencia de la URSS; la fractura entre ambas naciones se había producido en la década anterior, pero China semejaba esa nave solitaria que vaga en aguas turbias sin rumbo cierto. El binomio Nixon-Kissinger se anotó uno de sus mayores éxitos, pero por su falta de atención y seguimiento del plan, Estados Unidos creó a su nemesis.

No sólo fuimos vergonzosamente incompetentes al permitir que por décadas los mandarines comunistas manipularan y violaran las normas del comercio internacional sino que dimos esta nociva practica como inevitable; se llegó a pensar en ciertos sectores que la sodomizacion de nuestra economía y de la independencia de nuestras empresas por parte de Beijin era el precio a pagar por la victoria de los años setenta. Tal llegó a ser nuestra resignación, o complicidad, que amplios sectores de la política se escandalizaron cuando Donald Trump planteó que urgía dar un vuelco a las relaciones con el gigante asiático. La primera fase del nuevo acuerdo comercial USA - China prueba que no sólo era posible mejorar las cosas sino que resultaba imperativo hacerlo. Por si esto fuese poco hoy nos amenaza el virus corona y una de las mayores consecuencias que pudiera traer esta enfermedad es la alteración del sistema de producción de occidente porque China comunista es el productor o el maquillador de gran parte de los artículos que consumimos.

Habrá que empezar a pensar en crear zonas de producción en Costa Rica, República Dominicana y otras naciones más cercanas y más favorables a nuestros intereses; no se trata de sustituir a China ni de empobrecerla sino de diversificar nuestra dependencia y no permitir que en caso de diferendo político una Junta de comunistas ricachones nos pueda asfixiar económicamente. El reciente acercamiento a la India es una magnífica movida geopolítica; resta supremacía a los chinos y nos aporta otra canasta donde colocar los huevos (de gallina); pero si repetimos el error anterior y no fijamos un techo de exposición productiva en 20 años habremos pasado de manos chinas a manos indias y repetiríamos la actual pesadilla.

La diversificación de nuestra vulnerabilidad debe convertirse en tarea de seguridad nacional de modo que llevemos un control minucioso de dónde producimos y cuánto y en quién nos apoyamos: el libre mercado y la libre competencia no significan caos ni desmadre y disminuir nuestra dependencia en algunos países para repartirla de modo más uniforme entre muchos otros debe ser tarea prioritaria.



No hay comentarios:

Publicar un comentario