Creo en el turismo como profesión y como modo de sana y cultivadora diversión desde que era un adolescente y temía que jamás superaría las fronteras del diminuto país donde había nacido. A lo largo de los años he ido desempeñando distintas funciones en el sector y estimo que sea mas que mi derecho un deber transmitir a los lectores todo aquello que a mi juicio entorpece el normal y fructífero desenvolvimiento de esta "cristalina" industria en nuestro país, más específicamente en el Condado de Miami Dade y por consecuencia en mi entrañable Miami Beach.
A riesgo de pecar de pedante considero oportuno brindar a quien me lee unas categorías básicas de modo que su compresión del tema sea fluida e inequívoca; desde ya pido excusa a todos aquellos que saben quizás mejor que yo lo que tratare de explicar y se ven obligados a soportar tamaña cantaleta:
Aunque la mayoría de las estadísticas los mezclan no es lo mismo moverse del punto A al punto B buscando alimentos que para apreciar y conocer las características de aquello que nos resulta desconocido; el turismo es por ende una actividad asociada al ocio y al uso del dinero que nos "sobra", pero con el vertiginoso desarrollo de las sociedades modernas e incluso no tan modernas los seres humanos hemos ido trayendo el placer de viajar al menos una vez al año de la canasta de lo superfluo a la de lo necesario y en algunos casos de lo indispensable. Baste decir que el stress que el célere devenir de fenómenos en la vida actual provoca requiere de pausas que son aprovechadas para cambiar temporalmente de sitio de estancia, lo que provoca la infiltración del turismo o del viaje en el campo de lo imprescindible; por otra parte, los profesionales del sector han ido perfeccionando sus técnicas y hoy logran obtener ganancias aun cuando el señor Perez debe viajar para someterse a un tratamiento médico o cuando la empresa tal debe realizar su reunión anual. La ligereza asociada con los momentos de reposo o cambio de actividad es hábilmente mercadeada por los tour operadores y las agencias de modo que no se mueva un ser humano sobre el planeta que deje de reportarles algún tipo de ganancia.
Aunque en Estados Unidos no es aún una categoría manejada con frecuencia por el público, la primera que debemos explicar es precisamente la del TOUR OPERADOR o mayorista; whole seller en ingles. Apple Vacations, Mark Travel, Travel Impression son de los más conocidos y como se puede deducir se dedican a negociar con hoteles, compañías aéreas y receptivos locales de modo que el señor Brown cuando cierre una negociación con ellos salga con un PAQUETE turístico completo que le inmunice de cualquier tipo de preocupación. Mr Brown se presenta en el MÍA (código IATA del aeropuerto de Miami) y tiene desde un teléfono al cual llamar en caso de inconveniente hasta el más mínimo detalle de que hará durante los próximos días. Ah, pero este señor no negoció directamente con Apple Vacations sino que se apoyó en los servicios de una AGENCIA DE VIAJES, minorista o retailer en inglés, que se supone emplea a expertos en los distintos polos turísticos y contacta al mayorista que considera más apropiado en términos pecuniarios y de calidad de servicios; por su efectividad este minorista recibe una comisión que va de un 8% a un 17% según el volumen de pasajeros y la solidez de la relación que muestre con el mayorista en cuestión. Los tour operadores se apoyan en compañías aéreas que proveen vuelos de línea; es decir: viajes con una frecuencia regular durante todo el año o a veces pueden en ciertos periodos de alta generación de volumen alquilar aviones y pagar los asientos lleno por vacío; pagan el avión completo a un competitivo costo y al llenarlo de pasajeros ahorran costos y logran bajar el precio del paquete final.
Existen hoy en día en este mundo de fusiones corporativas y cada vez menos alternativa al consumidor, holdings que controlan operadores transversales que contienen en su interior el tour operador, la línea aérea especializada en charters, una cadena de agencia de viajes y el RECEPTIVO, que es la última categoría que nos falta por enumerar. El receptivo es esa empresa que se encarga de recibir los clientes procurados por la agencia de viajes y organizados por el tour operador. Al inicio los receptivos surgieron cuando residentes de polos turísticos comprendieron que tenían ante sí un filón para hacer dinero empaquetando varios servicios locales para proponerlos a los operadores extranjeros; así las cosas, de esas minúsculas compañías en su mayoría de gestión familiar surgieron colosos en los que el tour operador fijo su ávida mirada y terminó por devorar; de tal suerte, operadores como Thompson (TUI), Thomas Cook (Neckermann) y en dimensiones más pequeñas: Apple Leisure Group, Travelplan, Grupo Alpitour, etc. se han erigido en monumentales organizaciones del viaje organizado en el que se ganan centavos de CADA dólar que gasta el cliente.
(Continuará)...
No hay comentarios:
Publicar un comentario