domingo, 31 de enero de 2016

RETROCEDER PARA AVANZAR



El debate es generalmente áspero y obtuso últimamente; hemos saltado una de las reglas de oro de nuestra propia esencia: la política, la ideología, la persuasión filosófica, las concepciones del mundo, no son más que vehículos conducentes al fin; y este fin no puede ser otro que la satisfacción plena de nuestras necesidades reales. Los que designamos para que agiten perennemente el mejunje que es el vehículo que mencionaba anteriormente son solo piezas de un esquema de acceso al poder y la riqueza para, en última instancia, llegar siempre al mismo fin: la satisfacción de nuestras necesidades reales; quizás siempre violamos la regla y yo solo me percato hoy; quizás ha ocurrido hace poco en términos históricos, pero el puesto del fin cada vez más está siendo ocupado por los vehículos y hemos llegado a estar dispuestos a sacrificar el fin con tal de favorecer tal o más cual vehículo; la afirmación de que el mundo está "patas arriba" es precisa e ilustrativa; hemos pasado de la contemplación de objetos y fenómenos a construir salas repletas de espejos para deformar la realidad y así comportándonos volvemos una y otra vez a sacrificar el fin; no se trata de identificar cuál objeto o que fenómeno nos convenga más sino de escoger a priori cual objeto combina mejor con los vehículos y los mejunjeros que nos agradan para presentarlos obstinadamente como el fin.
Engels en su tiempo y más allá del infantil racismo contra el yerno de Marx, afirmaba con indiscutible razón que "la libertad es la posibilidad del hombre de individuar sus necesidades"; me temo que a este gran estudioso de la naturaleza y las leyes infalibles le faltó coraje para completar su concepto del siguiente modo: " la libertad es la posibilidad que se gana el hombre de individuar sus necesidades y de luchar para satisfacerlas"; en una inherente y orgánica contradicción el marxismo aboga por el papel activo del hombre hasta un punto y luego se torna sospechosamente pasivo; pasa de sujeto a objeto como si hubiese adivinado que las proclamas se harían insostenibles más tarde.

Con la alborada de libertad que significó el capitalismo los pobres diablos nos hicimos más protagonistas y se tornó más difícil para los cuatro o cinco elegidos repartirse el botín; cierto, nuevas relaciones de producción significaron el aumento exponencial de la riqueza, pero esta jamás alcanzó para todos y en la ecuación del carácter clasista y dominante de la sociedad la riqueza generalmente va asociada al poder pero mientras la primera es flexible y puede contraerse o expandirse, el segundo es uno e indivisible y resulta IMPOSIBLE de compartir, aumentar o disminuir. La riqueza por enorme que pueda lucir es efímera y si no va apoyada por el poder; disfruta de breve y accidentada vida. El poder es abstracto y huidizo porque no puede medirse en billones o trillones sino que gestos tan nimios como una llamada telefónica o un chasquido de los dedos denotan cuán cerca o lejos estamos de el.

Riqueza y poder; vehículo y fin, necesidad real e inducida son categorías que me gustaría someter al incisivo análisis de mis amigos de FB; todos recordamos aquellos memorables partidos de basket en los que Michael Jordan llevaba a los Bulls a la victoria; en especial recordamos no las ocasiones en que su equipo destrozaba a sus oponentes sino esos últimos 30 segundos; su equipo perdiendo por un punto y Michael ungido de confianza en sí mismo que pedía calma a sus colegas; hacia lento el "dribbling" e incluso retrocedía para ganar una visión más amplia del tabloncillo; optaba por ver el bosque en lugar de los árboles y faltando solo dos segundos lanzaba una certera parábola desde fuera de la "botella" para provocar el delirio de la fanaticada. Es imperativo emular a Jordan porque el exceso de ideología y partidismo nos está destruyendo. Los think tanks no se han creado para ayudarnos a encontrar la verdad  sino para conducirnos a la verdad de quién los financia y esto los convierte en "shit tanks" ; de nada valen la erudición y el talento humano si no conducen a la iluminación de las irracionales masas que pueblan el planeta. 

Volvamos un momento sobre nuestros pasos para encontrar el recodo en donde torcimos en la dirección errada y escapemos cuanto antes de los espejismos porque en ello nos va la supervivencia. 

sábado, 30 de enero de 2016

MARTI COMO COARTADA


Del pájaro las dos alas: José Martí

Nunca conocí a Marti; desde pequeño me lo atragantaron como aceite de ricino y durante mis sesenta años de alquiler en este incomodo apartamento que llamamos vida he ido variando mi percepción del ser más importante de la islita en que nací. No tendré la oportunidad de hablar con él a menos que el más allá de veras exista y las almas no envejezcan. 
Culpamos a Fidel Castro de haberlo usado como coartada para masacrar soldados mientras dormían, pero no comprendemos hasta qué punto emulamos al dictador. Cada vez que alguien desea imponer una tesis allá va el pobre Pepe con la responsabilidad. Marti quiso esto, Martí quiso lo otro. Quizás por mi innata irreverencia considero que el Apóstol poseia como mayor virtud el llevar consigo los principales "defectos" del ser humano y aún así crecer a dimensiones olimpicas. Cuando le endilgamos la paternidad de tal o más cual teoría para justificar nuestras enclenques posturas no hacemos más que deshumanizarlo; es como esos retratos de Maceo que tanto abundan por ahí donde el Titán de Bronce parece casi un rock star británico con la piel y los ojos a años luz de su afrodescendencia.
Marti era Marti y punto; con una pasión del siglo XIX que le colmaba el alma y una visión del siglo XX que le quitaba el sueño. Asumamos nuestras persuasiones y conclusiones sin contaminar a nuestro héroe; luego del calvario que fuera su vida merece reposar en paz.

CUBANIA O CUBANEO?





Plaza Mayor in Trinidad, Cuba, a photo from Sancti Spiritus, West ...
Un amigo hace meses me confesaba que se había marchado de Cuba a los 27 años porque el régimen no permitía la libre salida pero si le hubiese sido posible se habría largado a los 17. Me sorprendió cuan cercano estaba mi juicio al suyo y desde entonces he tratado de organizar en mi mente los parámetros y los requisitos de ese sentimiento tan manipulado, ultrajado y manido conocido como patriotismo.


Muchos se creen patriotas porque defienden con estulta obstinación las presuntas cualidades de un pueblo al cual creen o creyeron una vez pertenecer; muchos se autotitulan patriotas simplemente porque niegan nuestras evidentes e innegables faltas y señalan solo las virtudes. Las categorías patria, patriota, honestidad, cubania y legítimo zumban como avispas sobre nuestras cabezas. Pareciera a veces que criticar lo criticable o simplemente manifestar una preferencia fuese alinearse junto a los Castro o ultrajar la tumba de alguno de los próceres. Para mi este modo de ver las cosas no solo es infantil y estrecho sino en extremo nocivo y divisorio.

No temo la embestida del adjetivo soez y el calificativo vulgar cuando afirmo sin medias tintas que me gusta más vivir en Estados Unidos o en Europa que en la isla en que nací; y esto no está únicamente condicionado por el kafkiano régimen que impera en Cuba. No me agrada que se aparezcan en mi casa sin haberme avisado antes, no me gusta que me griten para hablarme a menos que estemos tan borrachos que perdamos la razón, no me dedico a elencar la cantidad de mujeres con las cuales me he ido a la cama o a la arena o simplemente a la parte trasera de mi auto. No considero que en Cuba se de todo lo mejor y que las frutas cubanas posean un sabor que en otros países falta. No sé bailar aunque adoro la música puedo perfectamente vivir sin la rueda de casino. Se discutir y escuchar a quien se me opone sin insultarlo, escupirlo o llamarlo traidor y lo hago casi a diario, no fumo, bebo muy poco café y he dejado de consumir ron para optar por otros "espíritus" menos nacionales. Resiento el abuso del modo imperativo de nuestra tonada patria aunque admito que escucharla me lleva al borde de las lagrimas que pensaba haber agotado. Desdeño con petulante mohín el presunto doble sentido que solo sirve de excusa a la vulgaridad más abyecta. Odio cuando lo vernáculo pierde sus dos primeras sílabas.

Vivo en la convicción de que mis preferencias no me hacen menos patriota que los que se rasgan las vestiduras en defensa de lo criollo. Prefiero vivir fuera pero moriría por regalar a mi mujer el amanecer en Trinidad luego de una noche de amor intenso y obstinado, las cortinas revoloteando al efecto de la brisa matutina mientras fragmentos de palabras llegan a nuestros oídos provenientes de las calles tercamente empedradas; desayunar café con leche y pan con mantequilla (la mantequilla untada en el pan antes de haberlo colocado en el horno) y salir a caminar sin meta precisa vestidos en lino saludando a nuestro paso a cuanto ser encontramos. Soy embajador de platos peculiares, de duelos surrealistas y de semántica llena de picardía y sensualidad. Me seduce el almuerzo improvisado a última hora y el Ashe que se respira en una verdadera casa criolla abuela en eterna reprimenda del nieto que la manda a la mierda con voz imperceptible y dos generaciones coexistiendo en la casona de paredes  tan gruesas que impiden que se escuchen los gemidos del coito nocturno de la pareja más joven.
La voz siempre afinada y eterna del Benny, el rasgar de guitarras centenarias y un aroma de especies y  sudor fresco. La sensación de que todo es temporal, de qué estás ahi mientras tanto.

Estar en otro sitio; haber jurado fidelidad y amor eterno a otra nación no me hace diferente ni tarado; expresar abiertamente mi inclinación mucho menos porque más allá de mis gustos y remilgos deseo lo mejor para quienes existen en la isla y amo la cubania con la misma vehemencia que detesto el cubaneo.

viernes, 8 de enero de 2016

LA ALTERNATIVA AL SILENCIO

En el artículo anterior planteaba lo inmoral de continuar callando ante el modo desfachatado en que algunos que se proponen como substitutos del actual régimen de La Habana se comportan. No bien lo colgué en mi blog que me entero de la nueva convocatoria abierta para los candidatos que aspiran a acceder al fruto de nuestros impuestos en nombre de la democracia y el mejoramiento social en Cuba. A mi juicio la eventual asignación de fondos relacionados con este tema debe quedar condicionada por los siguientes requisitos:

1- Las partidas solo podrán utilizarse en iniciativas de "real" efecto de mejora o cuanto menos de ampliación de la perspectiva del cubano de a pie; cursos, entrenamientos, intercambios, en especial si se realizan en territorio americano de modo que los costos puedan ser perfectamente contabilizados y regularmente supervisados.

2- Los seleccionados NO pueden estar relacionados con los lideres de los distintos grupos opositores; si suponemos que deseamos la concientizacion del cubano medio no es lógico que se beneficien compatriotas que en teoría YA están concientizados. 

3- Las agrupaciones que reciban aquí  los recursos para dedicarlos a dichas iniciativas deben no sólo hacer públicos sus libros contables sino también los oficiales modelos de pago de impuestos de los últimos cuatro años de sus líderes. 

4- La NED, la USAID y todos aquellos que distribuyan dinero del contribuyente total o parcialmente; y esto incluye a quienes invierten en proporción de 50/50 en temas cubanos, deberán establecer una dirección de correo electrónico y una dirección de correo postal a donde se puedan enviar quejas y denuncias sobre posibles malos usos que cualquier ciudadano pueda detectar o que pueda presumir haber detectado sin que el mayor o menor grado de veracidad de dichas denuncias impliquen alguna repercusión legal para los denunciantes.

5- A todo aquel líder opositor cubano involucrado en las iniciativas antes mencionadas que se le detecte un nivel de vida por encima de la media cubana se le deberá suspender INMEDIATAMENTE el financiamiento. 

Por otra parte, como exilio, todos aquellos que deseamos y tratamos de contribuir al avance de situaciones más ventajosas para el pueblo cubano deberíamos gradualmente abandonar el método de utilizar mediadores e ir directamente a incidir sobre la población. La excusa de que la denuncia diáfana, nítida e inequívoca es inoportuna porque debilita la lucha por la democracia es tan burda y cómplice como manida e insostenible. Los cubanos no debemos denunciar solo a los Castro, sino a todo aquel que se desvíe de NUESTROS intereses cardinales. Si alguien nos conmina al silencio es porque algo desea ocultar y de vericuetos y realidades sórdidas estamos hasta los tuétanos. Denuncia valiente y propositiva en lugar de silencio cómplice y pusilánime; el sitio en que nacimos no progresará jamás por al arte de cuatro presuntos iluminados que nos lanzan su demagógico y plagiado humo a los ojos sino por la voluntad de todos nosotros. Los brazos no se hicieron para permanecer cruzados sobre el pecho; la verdad no fue hecha para existir escondida en ánforas psicodélicas. La victoria es aún posible pero sin secretos ni misterios. 

martes, 5 de enero de 2016

EL SILENCIO CÓMPLICE

No me cabe duda de que el régimen de La Habana usa todo tipo de artimañas para descalificar a quienes se le oponen; no me cabe tampoco duda de que siembra en medio de sus oponentes y enemigos innumerables agentes que trabajan bajo sus precisas órdenes. Este modo de comportarse no es invención de los hermanos Castro por más que ellos hayan desarrollado al máximo las potencialidades de la labor de zapa. Cuando analizamos la génesis del kafkiano fenómeno que ha caracterizado la isla por los últimos 57 años se repite continuamente la frase de que muchos sabíamos quién era realmente Fidel Castro y que fue un error no denunciarlo a tiempo; pero con ese mismo aliento, sin tomar respiro se alza la mano en gesto de contención; se lleva el índice vertical hacia los labios y se emite un sonido de silbido invitando a no pronunciar ulterior vocablo; inexplicablemente hoy se repite la falla de ayer y no se deben criticar abiertamente los defectos, vicios y errores de los que se proponen como alternativa a los actuales dueños del potrero. Hay quien incluso sostiene que el enemigo es Castro y su camarilla y que primero hay que enfrentarlos a ellos para luego ocuparnos de las deficiencias de nuestros "hermanos". No señor; el enemigo de mi enemigo no necesariamente es mi amigo y aquí no se trata de desempolvar esperpentos en la esperanza de tarde o temprano encontrar alguno que pueda reemplazar a los actuales.

La lucha es contra todo lo mal hecho y contra cada una de las manifestaciones dictatoriales que se puedan presentar, no es necesario aplicar un orden cronológico ni mucho menos; donde se cae el burro se le dan los palos y si de burradas se habla usar organizaciones políticas de oposición como una propiedad privada es nocivo y dañino; malgastar el dinero del contribuyente en proyectos fantasmas que en nada afectan la vida del cubano de a pie es además de robo imperdonable un modo de desvirtuar la lucha por la democracia; manipular el tema racial para encontrar un modo de vida es despreciable. Todo esto y mucho más ocurre cada día ante nuestros ojos y con la excusa de no debilitar las fuerzas que luchan contra el castrismo se nos pide silencio; bueno mis preguntas son las siguientes:
1- De que fuerzas me hablan?; quizás con un par de excepciones estas fuerzas no existen y se limitan a grupos de diez o doce personas, muchos atados por lazos de parentela que se dedican a acumular horas de vuelo en proyectos que nunca llegan a ningún lado; hoy se nos habla de un frente único, mañana de un proyecto constitucional, pasado de empinar papalotes en la Playa del Chivo; el objetivo es tenernos siempre ocupados tras señuelos y que el dinero "continúe fluyendo" 

2- De cuál lucha contra el castrismo me hablan ? No conozco ningún método de lucha que excluya a amplios sectores de la población y siempre con las mismas una o dos excepciones, los opositores son conocidos por una ínfima minoría de la población. Peor aún, por más que se nos trate de encandilar los ojos con cifras y patranas no se observa sustancial aumento en el número de "seguidores" a nivel de pueblo.

Es innegable que la Cuba de hoy no es la misma de los ochenta; a veces se escucha a alguien del pueblo amenazando a la policia abusadora con llamar a "los de los derechos humanos" o con enviar un vídeo a los canales de Miami; esto era impensable cuando yo vivía en la isla y algo de esta nueva dinámica es resultado de la existencia de elementos que contrastan al régimen. Lo que cabría cuestionarse es cuanto más osado sería Albertico si la oposición en lugar de estar de lunamieleros y dándose codazos unos a otros, expulsando de sus minúsculos grupos a quien no les convenga de modo sumario y anti democrático y poniendo en práctica políticas que con nadie han consultado y que no cuentan con el mínimo consenso, hubiera utilizado los millones de dólares de nuestros impuestos con fines concretos y realizables. Posiblemente la respuesta sea a los que aquí devengan un salario apoyando la causa de Cuba como muchos de los que allá se oponen a los Castro no tienen el menor interés en que el status quo cambie pues eso significaría la pérdida del "empleo". Tengo la inquietante impresión de que para muchos el dinero del pueblo americano no es el vehículo para un cambio en Cuba sino que la excusa de un cambio en Cuba sea el vehículo para poder continuar ganando dinero. 

Mi respeto para los que han entregado su vida y para aquellos que mantienen una conducta vertical es irrestricto e incondicional; pero mi condena al jet set opositor y a los que se muestran más stalinistas que el régimen que dicen combatir ha dejado de ser filosófica y se ha convertido en algo PERSONAL