Lo mas dificil en este mundo es decir lo impopular, lo no bienvenido, lo disonante, lo polemico. Por anos se pone de moda un tipo de postura que luego viene, sin una razon particular (Forrest Gump), cambiada por otra que, en ocasiones, es diametralmente opuesta a la anterior y este es el caso del discurso vis-a-vis la situacion cubana y en especifico de nuestros "hermanos" de alla.
Durante la decada de los sesenta y gran parte de los setenta las cosas se veian con mayor claridad; los de "aqui" recordaban con nostalgia a los que habian dejado alla, pero en su gran mayoria veian al regimen de la isla como el enemigo jurado y nutrian una profunda e inocultable desconfianza hacia todo lo que procediera de "alla". Nosotros, me incluyo porque entonces estaba en la isla, en nuestra inmensa mayoria renunciamos a la parentela "desertora" y "traidora", dejamos de escribirles, de siquiera mencionarlos y aceptabamos que el regimen usurpador y maleducado se entrometiera en nuestras vidas preguntandonos, en modo oficial y por escrito, si teniamos familia en el "extranjero" y si manteniamos contacto con elllos; si la respuesta era positiva todos sabemos cual era el desenlace; incluso si la respuesta era que si teniamos familiares "fuera" pero que no manteniamos contacto con ellos automaticamente nos convertiamos en personas que habia que vigilar, no eramos confiables al 100% jamas. De aqui se urdian interminables planes para derrocar al tirano (muchos de ellos puro folklore politico de mal gusto) y mas de un compatriota perdio la vida intentanto llevar la libertad a Cuba. De alla se escuchaban nuestros alaridos en la Plaza de la Revolucion aprobando como zombies cuanta payasada se le ocurria al senor del nombre impronunciable que hoy permanece sentado en su WC dorado.
Luego todo cambio, dejamos de ser enemigos; evidentemente el regimen perdio la batalla con la historia, pero en su empecinada negacion de la realidad arrastro a todo un pueblo que es hoy rehen del acuartelamiento egoista y terco de un punado de dinosaurios que nos hace relacionarnos con los compatriotas de la isla en el marco una ambigua fraternidad con tintes poco menos que surrealistas. Mientras los "barbudos:" los pocos que quedaban luego de interminables purgas y aventuras ingerencistas, buscan por decadas como mantener el status quo para morir en paz, muchos de los de alla hemos pasado a vivir aca trayendo en nuestro equipaje la abulia, la holgazaneria, la envidia y la estulta falta de objetivos y objetividad que caracteriza al cacareado "hombre nuevo"; hemos alterado irremediablemente el demografico y el generacional del exilio y de una postura aunque a veces muy rigida al menos definida, neta y verticalmente militante, hemos caido en la carrera por ser politicamente correctos.
CONTINUA.....
domingo, 12 de febrero de 2012
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