MORIR DOS VECES

Hace casi una semana a esta precisa hora supimos con pesar la noticia de la muerte (anunciada) de la maravillosa cantante Whitney Houston. Personalmente me encantaba su voz y creo que tanto el timbre como el registro de esta senora eran algo (o son algo) excepcional. Con su muerte perdemos uno de los grandes privilegios que nuestra generacion disfruto, perdemos una madre, una mujer, pero lo mas triste es que perdemos una enorme e irrepetible oportunidad.

Si Whitney, que en paz descanse, hubiera sido mas responsable, mas conciente del momento historico que le toco vivir y mas apegada a la razon y al papel que jugamos en la historia, seguramente habria hecho mucho mas por los pobres, por los millones de adolescentes que en este minuto en cualquier parte del mundo esperan temblorosos su turno para pasar una audicion y no es que no haya dado dinero, claro que dio dinero y tengo entendido que no poco; pero el gesto mecanico de dejar caer un monton de billetes en anonima ranura o de firmar un abultado cheque a nombre de una fundacion no nos libera del resto de la responsabilidad. Quizas sea hora de que la sociedad sea menor permisible, menos correcta y mas exigente con sus iconos de modo que talentos como este no sean dilapidados, de modo que las celebridades asuman su papel de modelos a seguir. menos mimos y mas realismo pudiera haberle salvado la vida y hoy la tendriamos junto a nosotros.