martes, 24 de junio de 2014

EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESIA

En un debate en television mi "contrincante" deploro el uso que hice de las palabras burgues y burguesia. Los miembros de esa clase no deben ni ocultar su pertenencia a la misma ni la existencia de un sector dentro de la sociedad que reune esas caracteristicas. No deben sentir pudor ni embarazo sino enarbolar sus banderas y asumir su papel clasista con responsabilidad y orgullo; cualquier otra postura no es mas que el llanto del cocodrilo.

La burguesia a mi juicio es la savia de cualquier sociedad moderna, es el segmento emprendedor, que corre riesgos y que toma decisiones que involucran la vida de millones de sus conciudadanos; una burguesia visionaria y respetuosa de su propia mision es el sueno de cualquier pais funcional y constituye uno de los elementos sin los cuales la nacion cojea en lugar de avanzar.

En el caso de la burguesia cubana han faltado en su gran mayoria los ingredientes antes mencionados y es este el motivo fundamental de mi vehemente rechazo a la desafortunada carta de los cuarenta. Su papel es el de formular iniciativas eficaces o proponer alternativas plausibles y dignas que involucren a los mas amplios sectores del pueblo sin caer en remiendos, medias tintas o triquinuelas para comprar tiempo a favor de un regimen que no da mas y que cada minuto que transcurre devora importantes elementos del DNA de aquel esbozo de nacion que una vez tuvimos.

Digamoslo con toda claridad: la burguesia cubana, mas alla de dignas excepciones, abdico a su papel protagonico en el mismo momento en que con talante racista y miope no vacilo en colocar un ex ganster a la cabeza de la nacion con tal de deshacerse del negro hombre fuerte que si bien de angel no tenia un pelo, habia traido a su pais mucho menos luto y oscuridad que la pesadilla que se nos vino encima. No contentos con ese error, no vacilo en marcharse a disfrutar sus riquezas dejando tras si una masa de abnegados jovenes y campesinos con la mision de recuperar la patria que no supieron defender.

Al cabo de mas de medio siglo, una vez mas nuestra burguesia llega tarde a la cita y viste su dril cien no para recordarnos la Cuba que casi fuimos; sino para engatusarnos hacia la Cuba que jamas debera ser y para esto confabula su atuendo con el verde olivo y la sotana destenida y se erige en vocero del regimen quien sabe a cambio de cual famelica promesa. Tuvieron su oportunidad, no mostraron liderazgo, otros lo haran.

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