LA PERCEPCION, ESA ARMA LETAL.

Una y otra vez manifiesto mi certeza de que ninguno de los dos partidos tiene los intereses del pueblo como brujula de su plataforma ni como Osa Mayor de su rumbo. En lugar de usar la politica como vehiculo para asegurar el tutelaje de aquello que se encuentra mas cerca de los corazones del pueblo ambos partidos usan estos tesoros antes mencionados como vehiculos, instrumentos e incluso rehenes de SU politica. Cada bando tiene su peculiar y secreta agenda y cuanto hace a diario no es mas que dar los pasos necesarios para implementarla. Ambos anhelan dominar nuestras mentes y crear necesidades que puedan satisfacer con espejismos ideologicos y existenciales y el simplicismo y la banalidad reinan invencibles en las dos versiones de America que los filibusteros que elegimos tratan de, y en muchos casos logran, imponernos.

En un mundo donde el condicionamiento y la compra de conciencias son la palabra de orden al ciudadano de a pie le quedan disponibles muy pocas prerrogativas e indentifico solo dos como instrumentos efectivos de rescate de su soberania: el voto y la protesta civica y democratica; en el primer caso podemos actuar solo cada cierto tiempo mientras en el segundo podemos y debemos actuar siempre con la ponderacion y frialdad de juicio con que los poderosos nos utilizan; la destruccion de propiedades y bienes que en muchos casos son producto del arduo trabajo de nuestra propia gente no muestra mas que el sindrome autodestructivo de una clase obrera que ha dejado de existir decenios atras. Nuestro objetivo no es alienar al capital ni combatirlo sino brindarle todas las garantias y condiciones para que opere con la mayor libertad posible siempre que cumpla con su funcion originaria: la creacion de riqueza. El capital no es nuestro enemigo sino nuestro UNICO aliado y por el debemos luchar a brazo partido; son los capitalistas con sus leyes violadas y sus filigranas juridicas los que una y otra vez nos sumen en el caos si no nos aseguramos de que existan esas tres o cuatro regulaciones que no por reducidas y escasas pierden efectvidad en su papel de arbitros del proceso productivo; un estado agil, celere y eficaz no significa la anulacion del mismo sino su reduccion al minimo volumen que permita la maxima efectividad. En terminos generales la diferencia fundamental entre izquierda y derecha gira en torno al estado, pero no como ingenuamente a veces pensamos y afirmamos sobre hasta donde debe intervenir el aparato estatal sino que los ultimos desean la eliminacion del mismo para que los capitalistas gobiernen desde sus boards, mientras los primeros desean hipertrofiarlo para que el proceso productivo, las relaciones de produccion y toda la riqueza sean controlados desde los palacios de gobierno que ellos suenan ocupar con caracter vitalicio; la derecha ataca al estado porque es el obstaculo entre su control total de nuestras vidas mientras la izquierda lo ama y aspira a controlarlo para siempre porque es el vehiculo para controlar nuestras vidas. persiguen lo mismo, solo que a partir de enfoques diferentes.

Muchos sostienen que la formula menos danina de la politica es el equilibrio entre ambos grupos de poder y ponen como ejemplo el duo Reagan/O'Neil en los ochenta y el de Clinton/Gingrich en los noventa; pues con el poder "compartido" los politicos se ven obligados a llegar a acuerdos; sin embargo, la actual inercia decisional que impera en la nacion echa por tierra tal hipotesis debido a la radicalizacion de los democratas asi como a la presion que el Tea Party ejerce sobre los republicanos quienes erroneamente han querido secuestrar la paternidad del movimiento y malabarean con la posibilidad de ganar o perder elecciones sin poder avanzar en una direccion concreta. Pero a este punto cabria preguntarse como llegamos a esta situacion.

A mi juicio, en la eterna competencia entre los dos grupos de poder por dominarnos el de los Fabianos desde hace decadas ha acariciado la idea de, entre otras metas, apoderarse de la economia a traves de su nacionalizacion paulatina; de minar la solidez de la famlia promedio americana erosionando su religiosidad y creando espejismos de alternatva familiar a traves de la habil manipulacion de la justa y necesaria reivindicacion de los derechos del segmento gay de la poblacion y de desarmarnos. La maniobra es en extremo efectiva porque se basa fundamentalmente en la percepcion; nadie en su sano juicio puede negar la validez de la libertad de religion (que incluye el derecho de no tener religion alguna), como tampoco negaria la justicia y la necesidad imperiosa de que se abatan los ultimos obstaculos que nos separan de la integracion plena de los homosexuales en la sociedad incluyendo su derecho a crear y formar familia, pero, volvemos a la percepcion: luego de anos de continua labor de prensa y del uso de megafonos ideologicos hemos llegado al punto en que quien es religioso, empuna su derecho a portar armas, es heterosexual y defiende su postura con orgullo es visto como retrograda mientras quien sostiene la postura opuesta, aun con metodos escandalosos y caricaturescos, es considerado un progresista. La excusa de quienes ponen en duda la existencia de una agenda fabiana es preguntarse que logica podria tener desmantelar los valores tradicionales de nuestra gran nacion y mi respuesta es que no puedo precisar a ciencia cierta lo que persiguen pero que mi ignorancia en ningun momento significa que la agenda en cuestion no exista. No seria la primera vez en la historia que hechos trascendentales ocurren sin una logica convencional y por otro lado es cierto que a ambos extremos del espectro ideologico reina un alto grado de embriaguez intelectual.

El grupo de poder que viste el disfraz de izquierda recogio al vuelo y sin la menor duda la entrada en juego de un oscuro (no hablo en terminos raciales) senador de Illinois con un ego mas grande que su estado y lo catapulto a la carrera por la presidencia en el 2008; ascelero la marcha y dio la mision a este novato de la politica de hacer la mayor cantidad de trabajo sucio posible empezando por la nacionalizacion de la salud; o sea del 17% del PIB; si las cosas salian bien mejor, pero si no lograban sus objetivos ya tenian alguien a quien culpar; al fin y al cabo, Mr. Obama NO es one of the boys. Una vez mas la maquinaria fabiana utiliza la percepcion como combustible: aparece como propiciadora de la historica ocasion de la eleccion de un afroamericano al cargo mas alto del pais cuando en realidad, con racismo kukuxklaniano, coloca a un negro como pararrayo de sus andanzas y experimentacion social; de paso, logra con tan sabia tactica aglutinar a la extrema izquierda y a toda la masa de agitadores de profesion que no solo influyen en la poblacion sino que, llegado el caso, esta dispuesta a intimidarnos y alla van los republicanos tras la capa del torero en lugar de arrementer contra el "matao". Es muy probable que el dano que la presidencia de Obama significa para la comunidad afroamericana tenga un efecto a largo plazo y sea un duro golpe al proceso de integracion racial en Estados Unidos.

Asi las cosas nos encontramos ante dos alternativas que en el fondo pretenden lo mismo, no hay opcion brillante y redentora, no existe y me temo que jamas existio, pero es aun posible optar por el mal menor y el grado de maldad es coyuntural mas que intrinceso. Votar democrata HOY significa continuismo, dar mas tiempo a los fabianos a colocar sus jueces en la Corte Suprema, a desarmarnos, a dilapidar nuestro dinero para beneficiar a sus aliados. Votar republicano HOY significa cortar el impulso de los que llevan tiempo al timon y restar velocidad a la tragedia; digamos que una victoria republicana significaria desandar el tortuoso camino emprendido por los democratas para ir en busca del suyo, igualmente tortuoso, pero en este retroceder los ciudadanos respiramos mientras quizas una vez en la vida pensamos en opciones mas prometedoras.

La percepcion nos engana dandonos una imagen de amor al pueblo y a los menos favorecidos, de un progresismo y un liderazgo que los democratas (ni los republicanos) no poseen; la comunidad hispana y en especial los cubanos, que de percepciones aberradas sabemos mucho, debemos pensarlo una y otra vez antes de comprometer el futuro de nuestra nueva patria con desatinada ligereza.