Más allá del color de mi piel llevo con orgullo una trayectoria de reclamo al apego a la ley y de evitar la manipulación por parte de los mercantes del dolor y la miseria que capitalizan con las tragedias ajenas. Más orgulloso me sentí cuando el Departamento de Justicia decidió que la retórica del "no dispares" era infundada. Nunca negué que pudieran existir prejuicios raciales pero siempre mantuve mi posición de que lo que no se puede probar de acuerdo a las leyes existentes no existe y que el único modo de darle valor es exigir a nuestros congresistas que las cambien, mientras tanto hay que atenerse a las que tenemos.
He criticado y denunciado una u otra vez la presencia de delincuentes entre los que protestan y destruyen el fruto del trabajo del pueblo americano y me repugna la desfachatez con que políticos y activistas atizan el fuego. Dicho esto, noto cada vez con mayor impaciencia como uno tras otro los cuerpos de policía se comportan como el vernáculo personaje de "Cheo Malanga": dos o tres autos de policía para aterrorizar a una anciana que olvido su licencia de conducir en casa, tres policías para asfixiar a un vendedor ilegal de cigarrillos que sin duda violo reglas administrativas pero que jamás fue un serio peligro a la seguridad de su ciudad, cinco uniformados que transportan un detenido y misteriosamente aparece con la espina dorsal rota y en estado de coma, un joven que muere bajo el efecto del tazer sólo por escribir graffiti en la pared.
Mientras estos excesos ocurren vemos por otra parte investigaciones que demoran meses o que nunca terminan; autoridades que se pasan la patata hirviente incapaces de dar soluciones o respuestas. Operativos de protección que no funcionan ni impiden destrucción y saqueo. Mi percepción es que la policía sólo sirve para abusar del ciudadano pero es inútil a la hora de protegerlo.
Ni por un momento pongo en duda lo delicado del trabajo de las fuerzas del orden: aplicar la justa dosis de energía y compasión; servir a la comunidad y defender la ley sin violar nuestros derechos fundamentales; tomar decisiones de vida muerte en segundos. Mantener una postura moderada y medida y al mismo tiempo regresar a casa sanos y salvo, pero la cadena de errores, malas decisiones y escándalos de los últimos meses se puede deber a una de dos razones:
1- Un plan ideado para crear inestabilidad y volatilidad en la comunidad.
2- Nuestros cuerpos policiales necesitan una urgente actualización profesional.
Cualquiera que sean las medidas que debemos tomar para corregir el lamentable actual estado de cosas la palabra de orden es NOW
He criticado y denunciado una u otra vez la presencia de delincuentes entre los que protestan y destruyen el fruto del trabajo del pueblo americano y me repugna la desfachatez con que políticos y activistas atizan el fuego. Dicho esto, noto cada vez con mayor impaciencia como uno tras otro los cuerpos de policía se comportan como el vernáculo personaje de "Cheo Malanga": dos o tres autos de policía para aterrorizar a una anciana que olvido su licencia de conducir en casa, tres policías para asfixiar a un vendedor ilegal de cigarrillos que sin duda violo reglas administrativas pero que jamás fue un serio peligro a la seguridad de su ciudad, cinco uniformados que transportan un detenido y misteriosamente aparece con la espina dorsal rota y en estado de coma, un joven que muere bajo el efecto del tazer sólo por escribir graffiti en la pared.
Mientras estos excesos ocurren vemos por otra parte investigaciones que demoran meses o que nunca terminan; autoridades que se pasan la patata hirviente incapaces de dar soluciones o respuestas. Operativos de protección que no funcionan ni impiden destrucción y saqueo. Mi percepción es que la policía sólo sirve para abusar del ciudadano pero es inútil a la hora de protegerlo.
Ni por un momento pongo en duda lo delicado del trabajo de las fuerzas del orden: aplicar la justa dosis de energía y compasión; servir a la comunidad y defender la ley sin violar nuestros derechos fundamentales; tomar decisiones de vida muerte en segundos. Mantener una postura moderada y medida y al mismo tiempo regresar a casa sanos y salvo, pero la cadena de errores, malas decisiones y escándalos de los últimos meses se puede deber a una de dos razones:
1- Un plan ideado para crear inestabilidad y volatilidad en la comunidad.
2- Nuestros cuerpos policiales necesitan una urgente actualización profesional.
Cualquiera que sean las medidas que debemos tomar para corregir el lamentable actual estado de cosas la palabra de orden es NOW
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