sábado, 9 de abril de 2016

CUBA Y LAS DOS ESCUELAS






A varias semanas de la visita del presidente Obama a la isla y de su ya célebre discurso al pueblo cubano se percibe en los ambientes cercanos al tema una fuerte y clara presión hacia el levantamiento del embargo. El primer ciudadano no ha mencionando más el asunto y se concentra en otros problemas, pero el hormiguero creado por una visita innecesaria y dictada por el ego que encontró genuina justificación en la especie de despedida del presidente saliente en el sitio menos imaginable diciendo esas "cuatro" verdades que todos sabíamos pero que nadie enumeraba por apatía, por miedo y/o por genes defectuosos continúa vivo. A la opción de la democratización de nuestro país de origen se suma hoy con prepotente ímpetu y sustancioso apoyo económico una segunda opción y el escenario de pronto se delinea con dos escuelas de pensamiento fundamentales:

1- La democracia en Cuba, obtenida quién sabe cómo y por quién, cómo
vía conducente a la justicia y el bienestar garantizando el estado de derecho.
2- La entrada por la puerta del baño por parte de un manojo de empresarios en trajes oscuros con valijas repletas de dólares recién acuñados que a partir del ejército de talabarteros, plomeros, taxistas y propietarios de bed and breakfast crean estoicamente esa "clase media" que autosuficiente y a cierto reparo de la liturgia y el chantaje del régimen paulatinamente crea espacios, aminora la presión de la mordaza y eventualmente conduce a la democratización del país. 

La primera escuela es la misma que por años fingimos seguir y la palabra fingir la uso en su significado más etimológico; nunca el poder en Estados Unidos presionó con la fuerza necesaria por la unidad y la cohesión del exilio; de siempre distribuyó dineros, con s, a distintos niveles y a distintos grupos sin hacer intentos serios por unirlos. Por otro lado, de la parte cubana reino más el protagonismo que el deseo de victoria y de reciente, salvo honrosas excepciones, observo un desfile de líderes cuyo efecto en la población es en extremo dudoso y cuya genuinidad para representar al pueblo es cada día mas ambigua. Se podría afirmar que la enorme mayoría de las organizaciones que se proponen como alternativa al régimen cuentan con menos miembros que empleados tienen las incipientes "empresas" cuentapropistas. Ante tal cuadro es solo lógico que la administración de Obama dirima el añejo diferendo entre los dos gobiernos de modo unilateral y conceda a la oposición unos simbólicos e hipócritas espacios de consulta que en NADA alterarán las decisiones tomadas y pactadas de antemano; pero no nos engañemos, hoy más que nunca considero que la gallina es anterior al huevo; el poder americano negocia con el régimen de La Habana obviando a los opositores porque estos no son una válida alternativa garante de estabilidad, pero esa fue la intención desde el primer día. La imposibilidad de un rostro o de unos rostros que no sean el de Raúl Castro no es la triste realidad de la que la administración se percata hoy sino el resultado programado y deseado y hacia el cual la clase política y los intereses de nuestro país han trabajado todos estos años; nunca quisieron dejar entrar a Calixto García a Santiago y a partir de 1962 apostaron a la desaparición física de los Castro y no al cambio.

La segunda escuela, que recibe apoyo bipartidista y ante la cual los republicanos hacen el doble juego que tanto exaspera a muchos, cuenta con numerosos y poderosos adeptos.  Sostiene que no existiendo vías ni vehículos para la democratización hay que minar el sistema desde dentro atragantando de plata; dinero a manos llenas, inversiones millonarias al régimen, porque esto creará una clase media autosuficiente que en última instancia será caldo de cultivo para paulatinos cambios democráticos. El problema es que para trabajar por cuenta propia se necesitan recursos y un cuenta propismo de cierto alcance debe ser financiado por los "gusanos" que vivimos fuera de la isla; los segmentos más pobres que generalmente tienen muy pocos o ningún familiar solvente quedan descartados y son la enorme mayoría. Otro problema es que un régimen en bancarrota priorizara las grandes inversiones y la semilla de la oligarquía y la sumisión al capital extranjero que teóricamente Cuba había logrado erradicar adquirirán un papel protagonista. Tanto nadar para morir en la orilla, diría Albertico. Por añadidura el capital jamás ha sido propugnador de democracia, libertad y mucho menos "libre" empresa. Contrario al mito que se nos suministra a diario el capital lucha y hasta muere por SU libertad, ese grado mínimo indispensable que le garantiza la protección jurídica de sus bienes y medios de producción pero poco le importa que "los demás" disfruten de sus mismas prerrogativas; de hecho, se ceban en realidades quasi monopolistas y están dispuestos a reconocer una "mordida" al hombre fuerte de turno con tal de asegurar sus ganancias y mantener alejada la más mínima posibilidad de competencia. Sin un mínimo de cuerpo jurídico quién garantiza que los cubanos tendrán tres, cuatro o más compañías telefónicas? Quien decide cual empresa brinda los mejores servicios a más bajos precios? 

Percibo en ambas escuelas límites innegables por no decir insalvables y noto que a cada minuto se va imponiendo la segunda porque es la carta escogida por el poder en Estados Unidos: demos la bienvenida al régimen al mundo normal aunque en la isla casi nada sea normal; tratemos paulatinamente de reducir tensiones y escándalos. Pero en esta opción se presenta un obstáculo y por ello recientemente afirmaba  que los opositores hoy le resultan a Estados Unidos tan incómodos como Maduro le resulta a Castro. Nunca una opción reina totalmente; como imponer la segunda sin crear mucho clamor?. Es evidente que la administración podría mañana mismo cortar todo tipo de ayuda a los que se oponen al comunismo en Cuba, no sería la primera vez que abandonamos un aliado, pero hay una manera más discreta; no nos sorprendamos si poco a poco, como quien no quiere las cosas, empezamos a ver miembros de la oposición agregarse al sector cuenta propista; esta puede ser una de las cartas en la manga que los miembros de dicha escuela guardan para acallar protestas. 
Habrá irreducibles? Se producirá un Baragua dentro de la oposición? Es muy posible; siempre hubo y habrá cubanos verticales que no se rinden ante el poder ni el dinero; que hará el establishment con ellos? Ah, serán cuatro o cinco, imagino que comentan los segunda escuelitas y consideran que se preocuparan por ese problema cuando surja, mientras manos a la obra y levantemos el embargo. 

Con toda justicia hay que precisar que la segunda escuela no se trata de un grupo monolítico de buitres salivantes con sierras en ristre para dividirse la isla en lotes. Claro que los hay y me temo que sean su fuerza motriz y fuente de financiamiento mayor, pero a esta opción se han anadido no pocos cubanos sedientos de esperanza que constituyen la sumatoria de innumerables desilusiones; luchadores de una vida que luego de probar todas las vías están aterrados de ver llegar el crepúsculo sin una solución en Cuba y sicologicamente se aferran a este espejismo más innovador y realizable. Más que demonizar al otro los que aún apoyan la primera escuela deben reconocer sus propias culpas y tomar la iniciativa.

Yo confieso mi más humillante indecisión ante la disyuntiva. En términos descalificatorios mi odio hacia los falsos mesias de la primera escuela es mayor que mi repugnancia hacia los mercantes del dolor ajeno de la segunda. En términos objetivos, el hecho de que en el segundo grupo existan muchos elementos oportunistas y especuladores baratos no descalifica la viabilidad de la opción en sí ni el entusiasmo de tanta gente honesta. Más allá de mi duda irremediable y cruel estimo que la única posibilidad que quede para quien comparta el criterio de la primera opcion es presentar un presupuesto y un plan de negocio. Cuánto cuesta llegar a un resultado en Cuba a través de la escuela a que pertenecemos?. Al mismo tiempo revelar, si han logrado obtener el dato, cuánto cuesta la opción número dos. Quién sabe? A fin de cuentas; y de cuentas se trata siempre, el poder se erotiza cuando ve un tentador "descuento" 

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