El golpe en Grenada y el brutal asesinato de Maurice Bishop fueron demoledores al final de mi primera juventud; Bishop se habia ganado la simaptia y el amor de los cubanos, avidos de figuras nuevas y rostros jovenes tras mas de 20 anos de fidelismo; corrian tiempos en los que aun la mayoria de la poblacion veia un sentido a la locura en que vivia, al no poder hablar y a la imposibilidad de moverse y organizarse libremente. No estuve entre los protagonistas y las noticias que me llegaron en su momento fueron en extremo contradictorias; los defensores de Bernard Coard, quien disfruto de una esfimera permanencia en el poder, sostienen aun hoy que Bishop iba por la misma via de Fidel Castro, su mentor y guia; mientras los fieles al curso original del NJM (New Jewel Movement) objetaban que se habia tratado de una egosita maniobra de Coard y varios extremistas para hacerse con el poder; como quiera que haya sido realmente, el frio asesinato del lider de la revolucion, sin juicio ni proceso legal no tiene justificacion.
Un ano despues el ex secretario de prensa de Maurice Bishop, Don Rojas, fue a vivir a Cuba luego de una aburrida y esteril estancia en Praga bajo la egida de la IOJ (International Organization of Journalists) dirigida y manejada con mano dura por Jiri Kubka y financiada por Moscu y elementos de la izquierda internacional; a su llegada a La Habana tuve la oportunidad de servirle de interprete y asistente personal, funcion a la cual la policia politica se opuso al inicio y luego acepto a regana dientes. Durante ese periodo conoci muchos perioditas caribenos y latinoamericanos que visitaban la isla y que, en su casi totalidad, compartian una unica vision: hacer del continente una replica de Cuba. Luego de algunos meses la presion de la policia politica fue tal que Rojas se vio obligado a prescindir de mi y nuestros caminos se separaron; he tratado infructuosamente en varias ocasiones de localizarlo en busca de criterios, a la luz de todo lo ocurrido en estos anos, sobre la invasion y sus consecuencias.
Personalmente pienso que la invasion fue lo mejor que le pudo suceder a esa bella nacion y su alegre poblacion; Bishop, que en paz descanse, puedo haber estado motivado por los mas nobles intereses, pero la alianza con Castro, Nicaragua y la URSS no podia haber traido nada bueno para su pais; es una verguenza que lo hayan asesinado, pero me he enterado que su verdugo, Bernard Coard, anda por ahi dando conferencias y vendiendose como un pensador cuando en realidad no es mas que un asesino embriagado en su propia retorica tercer mundista (mediocre version del marxismo staliniano). De cualquier manera es importante apuntar que la muerte de Bishop no fue motivada por los marines sino por sus propios companeros de lucha; algo muy normal en las "revoluciones"; ante la pregunta sobre que pensaba de la condena que la Asamblea General de Naciones Unidas habia hecho a la invasion, The Gipper, nuestro mejor presidente, respondio: "It really didn't upset my breakfast...". Reagan siempre tuvo conciencia de estar al timon de un Imperio y como tal se comportaba, lastima que el actual presidente nos quiera convertir en Suecia.
Un ano despues el ex secretario de prensa de Maurice Bishop, Don Rojas, fue a vivir a Cuba luego de una aburrida y esteril estancia en Praga bajo la egida de la IOJ (International Organization of Journalists) dirigida y manejada con mano dura por Jiri Kubka y financiada por Moscu y elementos de la izquierda internacional; a su llegada a La Habana tuve la oportunidad de servirle de interprete y asistente personal, funcion a la cual la policia politica se opuso al inicio y luego acepto a regana dientes. Durante ese periodo conoci muchos perioditas caribenos y latinoamericanos que visitaban la isla y que, en su casi totalidad, compartian una unica vision: hacer del continente una replica de Cuba. Luego de algunos meses la presion de la policia politica fue tal que Rojas se vio obligado a prescindir de mi y nuestros caminos se separaron; he tratado infructuosamente en varias ocasiones de localizarlo en busca de criterios, a la luz de todo lo ocurrido en estos anos, sobre la invasion y sus consecuencias.
Personalmente pienso que la invasion fue lo mejor que le pudo suceder a esa bella nacion y su alegre poblacion; Bishop, que en paz descanse, puedo haber estado motivado por los mas nobles intereses, pero la alianza con Castro, Nicaragua y la URSS no podia haber traido nada bueno para su pais; es una verguenza que lo hayan asesinado, pero me he enterado que su verdugo, Bernard Coard, anda por ahi dando conferencias y vendiendose como un pensador cuando en realidad no es mas que un asesino embriagado en su propia retorica tercer mundista (mediocre version del marxismo staliniano). De cualquier manera es importante apuntar que la muerte de Bishop no fue motivada por los marines sino por sus propios companeros de lucha; algo muy normal en las "revoluciones"; ante la pregunta sobre que pensaba de la condena que la Asamblea General de Naciones Unidas habia hecho a la invasion, The Gipper, nuestro mejor presidente, respondio: "It really didn't upset my breakfast...". Reagan siempre tuvo conciencia de estar al timon de un Imperio y como tal se comportaba, lastima que el actual presidente nos quiera convertir en Suecia.
Oye te quedo bueno el post mi hermano....
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