Un punado de cubanos, a quien nadie parece conocer, ha decidido ocupar varias iglesias en la isla para atraer la atencion sobre la precaria situacion que sufre el pueblo. La Iglesia cubana, como siempre, ha corrido a reparo denunciando el hecho y practicamente poniendose del lado del regimen; en dos palabras: la Iglesia de mi pais iguala 53 anos de dictadura con un presunto error de procedimiento de un grupo de opositores. Pero ya al pusilanime papel de la iglesia en Cuba estamos acostumbrados, o deberiamos estarlo.
Lo que me sorprende es el distanciamiento de los exponentes de la oposicion interna que se ha producido en las ultimas horas; casi sin excepcion, estos valientes que no escatimaron en el pasado, ni en el presente, riesgos y obstaculos, toman hoy una prudente distancia de la inesperada ocupacion. Dista de mi juzgar la valentia e integridad de quienes han tenido, una y otra vez, el valor de hacer lo que yo JAMAS me atrevi a siquiera imaginar; los que escogimos la via mas facil, la del play boy tropical en lugar del anonimo calvario de la impotente y marginada honestidad debemos lavar nuestras bocas con "salfuman" antes de pronunciar los nombres de los que se baten dia a dia del lado oscuro del estrecho; son ellos los protagonistas y a los pusilanimes como yo nos toca solo apoyar, sugerir y escuchar respetuosamente; pero, siempre hay un pero; nuestro temor de ayer no puede justificar un peligroso silencio hoy y no podemos confundir respeto y admiracion con ceguera o falta de perspectiva; nuestro papel no es el de serle simpaticos a los opositores en Cuba, sino manifestar respetuosamente nuestros criterios que, por ser emitidos desde una distancia prudencial, a veces contienen mayor objetividad que los de quienes estan inmersos en la voragine cotidiana y desgastante.
Pienso que los hermanos opositores esta vez han pecado por exceso de prudencia; nadie puede descartar que esta ocupacion sea una nueva maniobra del regimen para comprometer mas a la Iglesia y demonizar a los disidentes; pero el coraje derrochado ante la muerte fisica debe existir tambien ante la muerte social o historica; la disidencia, con proyecto de amor y reconciliacion NO se puede permitir temer a las manchas; estas siempre les caeran encima; ya vimos a Lula calificar torpemente a Tamayo Zapata de delincuente. La disidencia en la isla podia haber expresado su ilimitado apoyo a los ocupantes dejando en claro que no compartian su opinion en la forma (la ocupacion de templos); la disidencia en mi pais NO puede competir en el campo de la inteligencia y el espionaje con un regimen que vive de eso precisamente, no es su papel, no es su mision historica. Los movimientos abiertos y libres siempre seran infiltrados por exponentes de un status quo decadente, cerrado y represivo, eso no es nada nuevo, es parte del riesgo operativo que corren todos los movimientos de liberacion violentos o pacificos. El hecho de que un gobierno totalitario infiltre esbirros entre sus oponentes no muestra mas que el vacio moral y etico que el mismo sufre y cuan bajo esta dispuesto a caer con tal de obtener una pirrica victoria en los medios; cuando el regimen "quema" a un infiltrado es generalmente por uno de dos motivos (o por ambos al mismo tiempo): porque ya dicho peon ha sido descubierto por los organos de contrainteligencia occidentales o por los opositores y/o porque desea demostrar a la enorme cantera de disidentes que es Cuba hoy dia que debe temer a expresarse sopena de ser encarcelada; esto ultimo no hace mas que probar la debilidad estructural del sistema y sus beneficiarios. Por tal motivo, la competencia no se debe desarrollar en el plano de la eficiencia en no ser iniltrados sino en denunciar cada infiltracion y mostrarla como desesperado esfuerzo de la dictadura por atemorizar a sus "subditos".
Si manana el gobierno "quema" a estos ocupantes tendra que asumir la responsabilidad de haber creado un conflicto en territorio oficial de Dios y haber asi echado por tierra toda la propaganda de tolerancia que ha desatado en los ultimos anos; si asi no fuese y se demuestra que estos ocupantes son simplemente unos cubanos desesperados que han optado por una via un tanto discutible para hacer sentir sus voces quedaria muy mal la disidencia que hoy no les apoya. Mi grito respetuoso y desesperado desde este "seguro" lado del estrecho a mis hermanos disidentes es: NO PERMITAN QUE EL REGIMEN PONGA LIMITE A VUESTRO CORAJE. Ustedes se han ganado un lugar en nuestra historia y no pueden dejarse enganar a esta altura del juego.
viernes, 16 de marzo de 2012
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