jueves, 15 de marzo de 2012

MUSICA Y POLITICA

Muchos artistas se tratan de mantener mas alla de la enorme zanja ideologica que divive el mundo en que vivimos; el papel del estado en nuestras vidas, su funcion de arbitro y/o parte activa de la economia, asi como su participacion mayor o menor en el proceso productivo, en la direccion de las relaciones de produccion y, mas importante aun, en la reparticion de los medios de produccion constituye hoy motivo de encendido debate en la enorme mayoria de las salones del juicio, la opinion, el criterio y las tendencias. Hace siglos, incluso decadas, los artistas deleitaban a los pensadores y luego se marchaban discretamente por la puerta de servicio; en la actualidad los artistas dejan de mover su pluma, de golpear con su martillo y de tanir sus intrumentos para caer en largas y abultadas disquisiciones filosoficas tratando incluso de alterar el curso de los acontecimientos; no se si esto es un bien o un mal, es un hecho y como tal lo reflejo. Lo negativo de esta practica esta en que seleccionando un bando o el otro, el artista siempre aliena a una parte de su publico mientras se convierte en la "mascota" mimada de la otra. Esto sucede generalmente en las situaciones civiles; es decir: donde en el marco de la libertad y la democracia las personas intercambian tranquilamente sus criterios sin temor a posteriores represalias, pero hay situaciones aun peores en que el artista decide tomar partido no por un grupo a despecho de otro sino por un regimen en detrimento de su propio pueblo; y entre estos ultimos esta Silvio Rodriguez.

Este cantautor a quien yo llamo poeta y que asumiendo toda la responsabilidad de mi verbo ubico entre los mas importantes de nuestra pequena isla en todos los tiempos irrumpio en el mundo del "arte" de su pais a finales de los sesenta; llego con un manojo de canciones (todas bellas y cripticas), una guitarra y una muda de ropa de trabajo para quedarse definitivamente en las paginas de la prosa musicalizada; de hecho entro por el sendero de la critica, la puesta en discusion y la continua polemica hacia los excesos del regimen que ya se afirmaba como la pesadilla mas grande que ha sufrido mi pais.
Nadie puede negar que Silvio critico, critico siempre y critico mucho, critico de noche y critico de dia, en teatros y en escuelas; nunca alzo su voz para defender a Boitel o Valladares, pero si puso en tela de juicio los rigidos parametros que la dictadura cernia sobre nuestras vidas; es mucho mas de lo que YO hice y no lo podre jamas negar.

Pero un dia, luego de oscura y misteriosa ausencia, el juglar reaparecio con el pelo recortado, las manos blandas, las cuerdas de su guitarra tensas y, sin perder el lirismo de su obra, los temas cambiaron diametralmente; de la rigidez del momento viajo a los albores de nuestra guerra de independencia, a la perdida de animales biblicos, a experimentos con musicos "del monton" y a tomar una postura cada vez mas en sitonia con las atrocidades del castrocomunismo. A cambio de esta genuflexa metamorfosis el senor del nombre impronunciable que permanece sentado en su WC dorado le permitio tener cuentas en el extranjero, vivir y comportarse como un empresario capitalista y substraerse a la diaria tragedia que soporta el 99% de sus compatriotas; ah, pero cuidado!, cada vez que fuese necesario alla deberia salir Silvio disparado, en trance hidrofobico, y hundir su afilado colmillo en el cuello de la victima designada, de reciente incluso de su hermano Pablo Milanes.

Hoy Silvio ha dejado de ser un excelente autor para convertirse en un magnifico actor; ya no escribe lo que siente, pues quien siente amor no puede apoyar un regimen tan cruel como el de La Habana ni igualar la patria con los cuatro octogenarios que detentan el poder en la isla. Su obra reviste incalculable valor, no pido a nadie que queme sus discos; sali de alla para poder disfrutar del arte de aquellos que no piensan como yo sin tener que descalificarlos; pero lo que pido a cualquier hermano latinoamericano es que no lleve su sentimiento antimperialista al punto de edulcorar la figura de este Salieri tropical; Silvio esta en el firmamento de los autores, pero al mismo tiempo, en el basurero de la historia al mismo nivel o peor que el de los chivatos de Batista, de los represores de Villa Marista y de los dos pilotos "cubanos" que ebrios de retorica y odio al exito ajeno lanzaron la centella mortifera contra varios de mis hermanos en un frio dia de febrero sobre las cristalinas aguas del Estrecho de la Florida

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